







En la política local, la lealtad debería trascender las meras etiquetas: exige compromiso, coherencia y respeto hacia quienes depositaron su confianza y apoyo. Sin embargo, este principio básico se resquebraja cuando actores políticos optan por el oportunismo, abandonando espacios y referentes que los formaron para subirse a proyectos que les brindan beneficios inmediatos, incluso un sueldo asegurado.


En este contexto, dos figuras resaltan por su actitud: la concejal Samantha Presa y el delegado de San Blas, Rubén Ventura, ambos provenientes del curettismo original. Ambos decidieron dar un giro estratégico y unirse a las filas de Marino, un actor político cuya historia está marcada por un distanciamiento con el peronismo local. En 2015, Marino impulsó la candidatura de José Luis Zara desde fuera del espacio curettista, facilitando un triunfo electoral que fracturó la unidad interna del peronismo. Posteriormente, Marino consolidó su poder al presidir el Concejo Deliberante durante la gestión zarista.
Esta trayectoria no es anecdótica ni menor. Ilustra perfectamente la estrategia política de Marino de captar a ex aliados descontentos o ambiciosos del curettismo para ampliar su base de apoyo. Por su parte, Presa y Ventura han decidido abandonar el espacio político que les dio proyección, olvidando el origen de sus bases y prefiriendo cambiar de camiseta para garantizar su supervivencia política inmediata y obtener un sueldo por dos años.
La militancia y la sociedad local ya lo hablan sin rodeos: “No se muerde la mano que te da de comer”. Esta frase, sencilla pero contundente, resume la sensación de traición que genera el abandono de Presa y Ventura a un proyecto político construido con esfuerzo, identidad y compromiso como el que representa Curetti.
En un momento donde la política debería buscar la unidad y el trabajo responsable para el bien común, estas conductas reflejan un claro oportunismo personal que debilita la institucionalidad y daña la confianza ciudadana. La memoria política es rigurosa y las traiciones quedan marcadas tanto en la historia como en la opinión popular.
Para cerrar, desde el entorno de Marino ya circulan mensajes no tan velados hacia el intendente : si estos dos supuestos aliados lo traicionaron a Curetti, ¿acaso no podrían hacerlo con vos también?

































