Videla (PJ) 5 - García (UP) 0

La reciente actuación del Concejal Videla, ahora perteneciente al bloque del Partido Justicialista (PJ), merece un reconocimiento especial en el contexto político actual dónde liquidó el partido por 5 a 0. No se puede obviar la astucia y la capacidad estratégica que ha mostrado en esta jugada, similar a una partida de ajedrez donde cada movimiento cuenta. Al esperar hasta el último momento para cambiar el nombre de su bloque, Videla no solo anticipó la lectura nacional, sino que también puso en evidencia la falta de previsión de sus adversarios partidarios que a pesar de estar pensando en el juego interno y no en la gestión se le escapa todo.

El error de García y de Marino al cuestionar este cambio y llevarlo a votación, resultando en su propia derrota debido a la abstención de la LLA, es un claro ejemplo de cómo la torpeza política puede costar caro. Desde que asumió la presidencia del PJ, García ha estado tropezando en cada intento, como si caminara por pozos que el municipio no se ha tomado la molestia de tapar. Su reciente cena peronista, que dejó fuera a varios referentes y militantes clave, es un reflejo más de su incapacidad para consolidar un liderazgo efectivo. Intentar distanciarse de Curetti lo ha llevado a ser percibido no solo como un mal dirigente, sino como una figura que se aleja cada vez más de los intereses del partido y del pueblo.

Mientras tanto, el tiempo avanza y el gobierno sigue sin señales claras de gestión. Nos acercamos a diciembre y las promesas aún no se han materializado. La necesidad de un presupuesto sólido y aprobado es inminente; sin embargo, existe incertidumbre sobre si García cuenta con los votos necesarios para avanzar. Desde el oficialismo y la oposición lo marcan como un hombre sin diálogo ni capacidad, según transcendió la oposición quiere pedir cambio de interlocutor, ni García ni Cinirella son personas de diálogo. La crisis se agudiza y las elecciones de medio término están a la vuelta de la esquina, lo que pone en juego no solo su futuro político , sino también la gobernabilidad del municipio en los próximos años. 

En conclusión, si bien Videla ha demostrado una inteligencia política admirable al capitalizar los errores ajenos, García parece estar atrapado en un laberinto del cual no sabe cómo salir. La política local necesita liderazgo fuerte y claro; algo que hasta ahora ha brillado por su ausencia. El futuro se presenta incierto, pero queda claro que aquellos que no aprenden de sus errores están destinados a repetirlos. FIN.

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