Denuncian muerte dudosa en el Hogar de Ancianos de Patagones: “Callaron para siempre a mi hija, la mataron”

Policiales 30 de noviembre de 2021
maría rosa nahuelfil susi hija

Susana tenía 41 años y padecía la enfermedad de Huntington, que es degenerativa y hereditaria, y afecta a las neuronas con el transcurso del tiempo. Generalmente, comienza a los treinta o cuarenta años de edad, y por lo general, provoca la aparición progresiva de síntomas psiquiátricos y síntomas relacionados con el movimiento y el pensamiento. El pasado 18 de septiembre, murió.

Por este hecho, María Rosa decidió realizar una denuncia penal y hoy pide justicia por su hija, señalando que en el geriátrico trataban mal a Susana y que se trata de una muerte dudosa y extraña.

María Rosa comenzó relatando: “El 18 de septiembre estaba en una reunión familiar, alrededor de las 17 horas, cuando me llaman desde el hospital diciéndome que me presente en forma urgente a la guardia. Mi hija tenía un problema motriz. Cuando yo la interné ella andaba bien, caminaba con dificultad, pero andaba bien, solo que se caía mucho y yo no la podía cuidar, entonces decidí internarla en un lugar que se supone que la iban a cuidar. La entregué con dos certificados médicos, donde dice que es una persona que necesita asistencia las 24 horas, que no puede por sí misma. La interné en abril del 2019”.

“Ese día me llaman diciéndome que mi hija se había caído y que le iban a dar puntos, como tantas veces. Me trajo mi cuñada, y cuando llego me encuentro con el doctor Jalabert, la doctora Traversa, el doctor Maggio y la encargada del hogar, Alicia González. Ninguno de ellos abrió la boca, solo Maggio. Él miró y dijo que me llamaron ‘porque hace 45 minutos llamaron del hogar diciendo que había un paciente con poco pulso, y era mi hija. Hizo lo que pudo, pero lamentablemente su hija falleció’”, continuó.

Dijo que “a mí me agarró algo que no se puede explicar. Era como que me partían mi ser al medio. Lo único que hice fue atinar a correr hacia donde estaba mi cuñada para avisarle. Cuando le dije, me abrazó y me contuvo. Vino uno de mis hijos al lugar. En ese momento me di cuenta que yo no vi a mi hija hasta ese momento, y le dije a él que vaya a buscarla, que vaya a ver”.

“Cuando vuelve, ya sale con un policía y me dice que estaba en la morgue, pero que no la podíamos ver por ese tema. El policía me dice que cuando hay una muerte dudosa ellos tienen que intervenir, y que por eso estaba ahí”, siguió.

Comentó que “nos cruzamos todos al hospital y yo no podía creer lo que estaba pasando, no me dejaban ver a mi hija, estaban vulnerando mi derecho de madre. Yo quería ver a mi hija. Finalmente me dijeron que iban a tratar de hacer algo para poder verla, y en 20 minutos me dijeron que me tranquilice para poder ir”.

“Cuando entro a la morgue, encuentro a mi hija con su boca semiabierta, la cara morada, un ojo que parecía una pelota y arriba de la cabeza, en el cuero cabelludo, parecía que tenía un hematoma. Salí de ahí adentro diciendo que estos hijos de puta me la mataron”, precisó.

“Mis hijos también ingresaron, y descubrieron que tenía marcas de ahorcamiento en su cuello, y acá yo no estoy inventando nada, la misma autopsia dice de qué murió mi hija, y ahora quieren decirme que a mi hija le volvieron todos los sentidos para agarrar una soga y colgarse, o matarse con una sábana como dijeron. No sé qué quieren hacerme creer. Tengo una bronca que me invade. No puedo vivir y no puedo dormir. La doctora Traversa no quiso firmar el acta de defunción, porque dijo que la muerte no le cerraba”.

“La autopsia dice que mi hija murió por un daño irreversible en su cabeza, y también por ahorcamiento. Me quieren decir que mi hija falleció por falta de pulso, y yo vi cómo estaba. No sé qué quieren inventar. Yo creo que a mi hija la mataron, creo lo que dice la autopsia. Nadie la quería ahí adentro, era una mujer joven y les daba mucho trabajo, porque se ponía malhumorada porque la medicaban mal”, añadió.

“Si en el primer momento, me hubieran dicho que mi hija se cayó y se partió el cráneo, lo hubiera creído porque ella se caía, pero me vinieron a decir que le faltaba el pulso, y los estudios me dijeron todo lo contrario”.

Por estos motivos, cuenta María Rosa, “hice una denuncia penal. Contratamos un abogado, el cual se está ocupando del tema, pero era necesario. Esto lo tengo que hacer, porque sino hubiese quedado como todo hasta ahora”.

“Lamentablemente no hay ningún lugar para recibir a pacientes con esta enfermedad, pero tampoco la podía tener en mi casa. Se caía y no se podía levantar, por eso me da tanta bronca que quieran decir lo que dicen. A mi hija le quitaron la voz, la callaron para siempre, la mataron”, expresó en el final de la entrevista.

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