Nuevas ciudades en el radar
Pedir comida a domicilio a través de la plataforma Uber Eats es una realidad para los alrededores de Buenos Aires, concretamente para las localidades de Lomas de Zamora, Banfield, Adrogué, Lanús y Avellaneda. Los restaurantes sin servicio a domicilio propio pondrán así ampliar la relación con el cliente más allá de sus propias mesas hasta el mantel del hogar. Simplemente basta descargarse una app, compatible con iOS y Android, y formalizar el pedido a través de la misma, con la certeza de saber en tiempo real la ubicación exacta del pedido y el repartidor.
Las opciones culinarias por esta vía son amplias y variadas, y van desde una ensalada a comida tradicional y casera argentina, por lo que es hora de desterrar el falso mito que asocia este tipo de recursos a la comida basura. Obviamente la hamburguesa está en el menú, pero también hay otros muchos platos con recetas más sanas que contribuyen a una dieta saludable y a proporcionar el mejor rendimiento muscular para la práctica deportiva, así como a una buena concentración mental necesaria para un día largo en la oficina, una partida de ajedrez o para estar listo para una película con intriga en el sofá de casa.
Fiebre latina por Uber Eats
De esta forma, Argentina, con esta apuesta de Uber Eats por el Sur Bonaerense y el resto del extrarradio, sigue la línea de otros países latinos que tienen cada vez un contacto más estrecho con este tipo de plataformas. Por ejemplo, la cifra media en México asciende a 1000 restaurantes al mes que se suman a la fiebre de Uber Eats.
La diversidad del servicio es, además, una realidad. Criticada por los sueldos de los repartidores en bicicletas y la seguridad estos, Uber Eats plantea un giro al concepto de repartir la comida, porque planea hacerlo a través de drones. Sí, has oído bien. El gigante estadounidense implantará un modelo singular en los carros y será el conductor el que haga la entrega después. Como una especie de proyecto piloto, el servicio está operativo en algunas ciudades de Estados Unidos. Y no es la única novedad que quiere exportar fuera de sus fronteras.
En territorio nacional estadounidense, la empresa ha dado otra vuelta de tuerca a Uber Eats. Y es que, a la posibilidad de recibir la comida y de poder ir al establecimiento a recogerla personalmente, se añade la opción de comerla en un restaurante pequeño asociado a la plataforma. En pocas palabras, no habrá equivocación en la comanda del metre porque será el comensal el encargado de realizarla previamente. Tampoco se producirán esperas. La comida estará lista en el momento de sentarse. Como los drones, es una alternativa solo disponible, de momento, en algunos puntos concretos de Estados Unidos como en Dallas, Austin, Tucson o San Diego. Lo cierto es que el modelo de negocio estadounidense difiere del europeo y del resto de América, por lo que habrá que ver si tiene éxito fuera. En el Sur Bonaerense, por ejemplo, últimamente se estaba invirtiendo más en las energías renovables que en alterar el modelo tradicional de restaurantes. Es el caso de la empresa Central Puerto S.A con su parque eólico en Villarino o la planta de biogás también en Villarino cerca de Colonia La Merced.
En pocas palabras, Uber Eats se lanza a la conquista de una zona más partidaria de invertir en las últimas fechas por las energías renovables, pero donde esperan encontrar tantos nuevos clientes como en México o en Estados Unidos.
Te puede interesar
Lo más visto
