“Me parece que fue bien recibida la propuesta por parte de los docentes”, dijo el titular de la cartera educativa del gobierno de María Eugenia Vidal, a contramano del revés en el tenso encuentro de ayer por la tarde en el Ministerio de Economía.
No fue la única contradicción entre los hechos y el discurso oficial. Durante ese debate, los referentes del Frente de Unidad Docente Bonaerense (FUDB) plantearon que, para discutir el salario de 2019, el gobierno primero debía reconocer la pérdida salarial que los maestros sufrieron el año pasado. Ese número ronda el 15 por ciento, que es la diferencia entre el aumento del 32 por ciento cerrado por decreto de Vidal y el 47,6 de la inflación de 2018.
Este planteo fue rechazado ayer por los funcionarios. Sin embargo, este jueves el propio Sánchez Zinny dijo que reconocía la necesidad de saldar esa diferencia. “Los líderes gremiales hablaban de 2018. Nos pareció bien y vamos a analizar los números que nos dejaron” porque “hay que mantener el poder adquisitivo de los docentes”, lanzó el director general durante una entrevista por FM Milenium.
Más tarde, el senador Esteban Bullrich –quien en cuestiones educativas oficia de vocero del gobierno provincial- salió a reforzar esa postura que está en concordancia con la estrategia de Cambiemos de no extender conflictos gremiales en un año electoral.
Durante una entrevista por radio Con Vos, el ex ministro reconoció que “no desconocemos esa diferencia” entre el aumento salarial y la inflación de 2018 y llamativamente añadió que “es razonable que haya que recuperar el año pasado gradualmente y en la medida que se vaya pudiendo”.
Sin embargo, rechazó que esa diferencia sea del 15 por ciento, tal como lo indican la matemática básica. Para él, “la diferencia es menor” porque, según explicó, debiera tenerse en cuenta “las sumas fijas que se dieron, como el material didáctico y el presentismo”.
“Creemos que esos porcentajes se deben incorporar a la pérdida que plantean los gremios, que se basa solamente en la variación porcentual”, remarcó para anticipar, a la vez, el argumento que el gobierno de Vidal pondrá sobre la mesa en la próxima reunión paritaria, que aún no tiene fecha. (La Nación)
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