Si bien en principio la difusión de la noticia por las redes sociales fue alarmante, la propia madre del chico relató lo sucedido.
La mujer contó que su hijo llevaba el teléfono en el bolsillo de su pantalón, cuando notó que el artefacto había tomado calor, por lo que alcanzó a sacarlo y arrojarlo al piso del aula.
Inmediatamente sus compañeros le arrojaron agua al celular y eso generó una densa columna de humo.
“No fue ni por mal uso ni por negligente, sólo lo llevaba en el bolsillo del pantalón como hacen casi todos los varones”, dijo la madre.
Agregó que “por suerte él actuó rápido y sólo sufrió una pequeña quemadura”.
“Me asusté como no les puedo explicar, pero lo que si puedo decir por este medio es que prestemos mas atención. No llevar pegado a la piel el celu porque sobrecalienta.
No dormir con el celu bajo el almohada”, expresó.