La gobernadora de la Provincia, María Eugenia Vidal, aclaró que la iniciativa “no tiene objetivo punitorio”. “Es, en principio, para que aquellos que consumen tenga la posibilidad de pedir ayuda y pueda reinsertarse”, dijo.
Los análisis, de carácter obligatorio, serán sorpresivos, por sorteo y se realizarán a través de muestras de saliva en el espacio de trabajo de cada oficial. En caso de que el resultado sea positivo, el agente será trasladado al área de salud mental para que reciba atención. Solo se los expulsará de la fuerza cuando si se prueba que están involucrados en delitos como la venta de drogas.
El ministro de Seguridad bonaerense Cristian Ritondo también resaltó que la intención no es “iniciar una caza de brujas”. “Sólo queremos estar seguros de que quien tiene permiso para usar un arma no esté bajo efectos tóxicos“, remarcó.
FUENTE: Red de radios