El padre de la víctima, Roberto Rodríguez, conocido entrenador de básquet y dirigente deportivo de la comarca, relató en FM De la Costa, el mal momento que vivió y vive la familia.
“Mi hija es profesora de educación física, eligió vivir en Patagones y había salido de su trabajo en la ciudad de Viedma. En el itinerario a su casa, subiendo para la calle Irigoyen, en la curva donde te tapan las barrancas salen dos sujetos a atacarla; ella iba andando en bicicleta, la tiraron de la mochila sobre el asfalto entre dos, le querían sacar la bicicleta y ella se agarró a sus cosas para no perderlas”, comentó Rodríguez.
Además relató que ante la resistencia de la joven “le pegaron trompadas en el estomago, le dieron puntapiés, la arrastraron, le dieron la cabeza contra el asfalto y la amenazaron con un cuchillo”.
“Justo pasó un conocido que paró con su camioneta, les tocó bocina y escaparon, sino hubiera sido una tragedia”, dijo Rodríguez.
El padre de la joven, indignado expresó: “Es una bronca e impotencia total por este tipo de situaciones. No me quedo tranquilo. En ese momento la imaginación da para todo, más cuando te tocan a un ser querido”.
Los delincuentes, armados con cuchillos, actuaron a cara descubierta. “Están identificados, son menores y policía los conoce.
Hubo gente que los vio, se metieron para arriba de la barranca (al barrio Villa Del Carmen), dijo.
La modalidad, es exactamente la misma que hace una semana, un grupo de menores utilizaron para cometer una ola de violentos asaltos, mayormente con víctimas mujeres. Aunque no hubo un parte oficial hasta el momento, serían los mismos precoces delincuentes.
En esta oportunidad, como en las anteriores, actuaron a cara descubierta.
Después de este lamentable hecho, la familia decidió que la joven regrese a vivir a la ciudad de Viedma.
Finalmente, el padre de la víctima resaltó: “Que haya precaución, viví 35 años en Patagones, pasábamos caminando, íbamos en bicicleta y estas cosas no pasaban, ahora hay mayor cantidad de policías y esto está pasando por menores impunes que tienen toda la libertad de hacer lo que se les canta la gana”.
A pesar de la presencia policial en el lugar, y sabiendo de la total impunidad que los ampara por su condición de menores, los delincuentes continúan con su raid delictivo generando el temor de transitar por un sector que, hasta ahora era recorrido por trabajadores, estudiantes y vecinos de la comarca con total tranquilidad.