El denunciante explicó que “hace una semana, llamamos a la empresa Taxi-Car, como siempre y pedimos un móvil porque mi señora tenía que ir a Viedma”.
“Cuando llega esta persona se comporta muy amable, incluso nos ayudó a subir los bolsos. Cuando mi señora le dijo que iba a Viedma el muchacho agarró para otro lado, a lo que mi mujer le dice que no quiere ir a otro lado, sino a Viedma. Mientras el chofer le contestó que primero iban a ir a su propio domicilio a buscar unas cosas”, agregó.
Caruso afirmó que ya en el domicilio del chofer, que sería en el barrio Néstor Kirchner, el sujeto tomó a la mujer que llevaba a su pequeña hija –de seis meses- en brazos y la bajó del vehículo por la fuerza, sujetándola de ambos brazos para luego ingresarla a la vivienda donde comenzó a manosearla.
El hombre comentó que “mi esposa logró escarpar porque gritó y forcejeó, lo que parece que asustó al sujeto”.
Además el vecino comentó que “fuimos a buscarlo a la empresa y nos dijeron que ya no trabajaba más ahí. Hicimos la denuncia correspondiente y los dos días, cuando se enteró que fue despedido de la empresa, este hombre se apareció en nuestra casa, para negar rotundamente lo que sucedió”, pidiendo disculpas a la familia de la víctima.
Por otra parte, Caruso afirmó que “hago pública esta situación porque a los pocos días lo vimos trabajando para la empresa Taxi Patagones y un tipo así no puede estar trabajando en una empresa de taxis”.
Finalmente indicó que “todavía estoy esperando que la policía le dé una orden de restricción de acercamiento para que no se acerque a mi casa, mientras tanto vemos que sigue trabajando como chofer y eso no puede ser que siga al volante”.
Donato Caruso describió al sujeto como de unos 35 años, rubio, alto y con lentes.