Muchos coincidieron en destacar su calidad como profesional a lo que sumó una incansable lucha a favor de la inclusión de las personas con discapacidad. Y fue esa tenacidad la que lo llevó a ser un pionero de las acciones que favorecieran la integración y el bienestar de los discapacitados en el ámbito social, político, económico, cultural y religioso.
Fue uno de los fundadores, en septiembre del año 1992, de la primera institución del distrito que presta servicios ininterrumpidamente en el tratamiento y rehabilitación de las personas con discapacidad, creado mediante ordenanza municipal Nº 110, respondiendo a las continuas demandas efectuadas desde distintos ámbitos de la comunidad y que el propio Rubí encabezó.
“Rubí Rene Herrero, tu entrega sin límites con amor y dedicación nos enorgullece”, reza una placa en las instalaciones que lo veían llegar cada día con una predisposición impecable para desempeñar su profesión, con verdadera vocación y un intachable sentido humano.
En la actualidad la entidad a la cual Rubí Herrero entregó gran parte de su vida trabaja junto a instituciones relacionadas con la problemática a través de los equipos de profesionales interdisciplinarios que se dedican a la atención de niños y adultos portadores de alguna discapacidad, contando actualmente con equipos integrados por kinesiólogos, fonoaudiólogos, terapeutas ocupacionales, psicólogos y psicopedagogos. Además, CIDPA implementó el Servicio de Transporte para el traslado diario de los pacientes hacia el lugar de rehabilitación, extendiéndose este servicio a instituciones y establecimientos escolares como la Escuela Nº 501, Escuela Laboral, Escuela Municipal de Equitación para Discapacitados y el Centro Complementario Nº 1.