(AUDIO) Por diversas cuestiones locales, un reconocido bar de Patagones tuvo que cerrar sus puertas

La CiudadHace 2 horas
BAR MOLINA

El bar Molina, uno de los locales más reconocidos de la costanera maragata, cerró definitivamente sus puertas este domingo 5 de octubre. Su dueño, Javier Roumec, habló en FM DE LA COSTA y contó cómo fueron estos tres años de historia del emprendimiento, además de dar a conocer los motivos por los cuales tuvo que tomar esta difícil decisión.

“Más allá de ser un comercio, me gusta lo que hago. Lo tomo de cierta forma, hay mucho metido en un local gastronómico, no sólo dinero sino mucha energía y tiempo. No es un momento fácil”, expresó Roumec.

Relató que Molina comenzó a proyectarse a mediados de 2022 y abrió el 30 de noviembre de ese año. “Fue con un concepto un poco diferente en cuanto a la gastronomía, no era nada gourmet pero sí una propuesta distinta, con un espacio hermoso. El local se hizo todo nuevo, cero kilómetro”, recordó.

Sobre esa línea, destacó que "cuando arrancamos fue muy bien, justo además en una época en donde la gente ya estaba saliendo, y además hacía calor. Se mantuvo bien durante todo 2023, era un resto-bar. Nuestra intención era que pueda funcionar como bar-boliche los viernes y sábados para poder darle un poco de valor agregado, pero desde el principio nos costó atraer a la gente en ese sentido. Además ya estaba el precedente de Pata Negra”.

Respecto a los motivos del cierre, Roumec explicó que "en 2023 comenzó a hacerse un poco más severo el tema de la alcoholemia, cuestión que quiero aclarar que no es que esté mal, sino perfecto, pero hay que tener en cuenta que entre 30 mil habitantes, y otros casi 100 mil en Viedma, la mayor afluencia venía desde allá. Por esta situación, la gente dejó de arriesgarse para venir a Patagones, y más habiendo opciones del otro lado”.

Agregó que "en febrero de 2024, el consumo cayó muchísimo, extremadamente. Fue muy grande el registro que teníamos de clientes que pasaban por mes, que eran de 3500 personas a casi 600. Es imposible mantener un local habiendo disminuido tanto la afluencia de gente”.

También mencionó otros factores que incidieron en la merma, sobre los cuales describió "cuestiones como el sentido de circulación hacen que uno lo analice porque está en la zona. Por ejemplo, la calle Colón era de ingreso y salida. Ahora la gente dejó de pasar por la Costanera. No parece mucho, pero a las ocho el lugar queda muerto, no hay movimiento, entonces la gente opta por entrar por Marcelino Crespo, Barbieri o Perón. A la Costanera la pasa de largo”.

Finalmente, el empresario reflexionó que "Patagones es muy particular. Tiene cosas muy buenas, pero comercialmente muchas veces es muy difícil. Tiene que ver con el movimiento de la gente. Mucha gente de Viedma viene a vivir acá. En Patagones se duerme, y allá se trabaja y se sale”.
 

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