Se corre la boliya, se corre el boliyón, Marino y García, un solo corazón…

La CiudadEl viernes Por Forger F.
RICARDO MARINO Y NICOLAS GARCIA

Así es, así parece. “La Cámpora”, devenida en “La Patria es el Otro”, según le expresaron al intendente, representada institucionalmente en su mayor esplendor por el sindicalista de Suteba, Nicolás García, hoy presidente del PJ, juega a enamorar al intendente para que proceda a poner el gancho a los 30 lotes que prometió para su gremio, según publicó el propio gobierno en la página oficial. Esta situación puso en alerta a todos los gremios, principalmente a los municipales. Pidiendo que esos lotes vayan para sus gremios que son los más empobrecidos. 

En el Día de la Lealtad mostró esa cercanía y muchos críticos, por lo bajo, dijeron: “¿Cuántas veces Marino jugó por afuera del peronismo, evitando que ganemos? Ahora este perdedor es marinista”. En síntesis, hay algo que los une: ambos están formados bajo el sindicalismo y quieren los 60 lotes para sus gremios.

Yendo a los avales solicitados para la “Jefa”, el ahora presidente del PJ hizo oídos sordos, y eso llegó a los máximos referentes de CFK. Hubo un solo sector que juntó voluntades y no fueron los que siempre dijeron ser “K”. Uno de los ex súper - hiper K, apodado “Harry”, se encuentra escondido; no sabe cómo decir que cambió de parecer, ahora por conveniencia propia CFK pasó a segundo plano. 

El panorama político es más complicado que el económico; imagínense cómo estamos. Volviendo al sindicalista García como presidente del PJ comenzó sin unidad y por proyección nunca la logrará. Dentro y fuera es muy resistido; tanto que no lo aguantan ni los propios. Cuando lo ven descender del duna dicen con enojo: “Ahí viene el zurdo con su duna que le gusta cobrar con la derecha; es director de escuela y concejal: doble sueldo. Es la casta en si misma”

Siguiendo con el peronómetro, el Día de la Lealtad se festejó con ausencias claras de referentes; sin ellos, los votos no dan, es decir, no se gana. El caso más importante es la ausencia del poderoso Ricardo Curetti, quien en las últimas semanas ha jugado al poder con el nombramiento de un hombre de su extrema confianza en la AIC. Ahora se suma la renuncia de una curettista, Nancy Minor; en menos de tres horas Marino puso a un familiar, como se acostumbra en este gobierno: si sos familiar, sos funcionario. Siguiendo en estas líneas y según trascendidos, muchos no fueron invitados, pero tampoco quisieron estar porque la foto con el mandamás no suma y más si se suma la del derrotado García; la imagen de ambos está devaluada. La gestión del actual gobierno enfrenta críticas y desconfianza, lo que complica aún más el panorama político. Lo más asombroso fue cuando el mandamás anunció en el aniversario de Casas que en breve llegaría un minibús para transportar a parte del interior. Bueno, bien; nunca llegó. Ahora, volvió a anunciar nuevamente que estaba detrás de esa gestión; se mienten solos y el pueblo está enojado.

Yendo a lo económico, el estado municipal se encuentra en un escenario muy complejo; así lo informó el Secretario de Hacienda confirmando que cada vez más dinero de la coparticipación va a sueldos. En diciembre se debe tratar la fiscal y principalmente preocupa el ítem del alumbrado público. Al concejal apodado Petroka se le hace imposible exponerse y apoyar el súper aumento de ese servicio, más con la amenaza que notificó el Ministro de Economía de Nación haciéndole saber que aquel municipio que siga incorporando dicho servicio en la factura de luz domiciliaria será sancionado con el cierre de la sucursal del Banco Nación.

En tiempos donde la imagen del presidente se resquebraja, Marino deberá buscar victimizarse para lograr que las quejas de los vecinos apunten hacia arriba. FIN.


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