Esta semana, el Concejo Deliberante vivió un clima de tensión que dejó al descubierto la falta de humildad política y la ausencia de autocrítica del oficialismo. Es preocupante ver cómo algunos actores políticos parecen convencidos de que tienen todas las respuestas y soluciones, cuando la realidad demuestra lo contrario y así se relucen en las encuestas .
Durante la sesión del miércoles, el concejal de La Libertad Avanza, que asumió temporalmente la presidencia del Concejo, se encontró con la falta de quórum por parte de Juntos por el Cambio. En este contexto, el concejal Carlos Videla, del Bloque La Patria de los Comunes, se convirtió en una figura clave. Después del error garrafal del Intendente al criticarlo públicamente en el acto del 1 de mayo frente a alumnos, directores,funcionarios y la propia oposición, el oficialismo se vio obligado a recurrir a Videla para poder continuar con la sesión. Su asistencia fue fundamental para que los asuntos del Concejo no se estancaran.
Sin embargo, lo más asombroso es que, al día siguiente, en un acto del consejo del deporte, Videla no fue invitado. Esta falta de lectura y reconocimiento es alarmante y en política se paga caro.
Además, lo que se avecina es aún más dramático: se confirmó que el oficialismo tendrá que volver a tratar la fiscal impositiva, nunca previo el año que se venía como si lo hice el Gobernador. La pregunta es: ¿tendrán quórum para hacerlo? La incertidumbre crece y las tensiones internas son palpables.
Por otro lado, el concejal apodado “Petroka” enfrenta una situación complicada. Su resistencia a actuar de manera independiente apoyando a Unión por la Patria ha llegado a oídos de los máximos referentes de su partido, quienes están comenzando a cuestionar su lealtad al oficialismo. Este tipo de acciones serán costosas para determinar su futuro dentro de La Libertad Avanza. En un contexto donde Zara necesita de Martínez para mantener su base electoral y aumentarla, cualquier figura alternativa podría restarle votos significativos.
Es necesario recordar que la política no se trata solo de ocupar un cargo; implica escuchar a los demás y ser capaz de reflexionar sobre las propias decisiones. La falta de humildad y autocrítica puede llevar a situaciones insostenibles y a la pérdida del apoyo popular como se viene gestando. Si los actores políticos no comprenden esto pronto, podrían encontrarse con un panorama mucho más adverso del que anticipan.
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