Llambay hizo su descargo desde la cárcel: "El extorsionado soy yo. Vivo una película de terror"

El empresario de la construcción de Patagones, Miguel Llambay, continúa detenido en la unidad carcelaria federal de Viedma por el presunto delito de secuestro extorsivo.

La captura se produjo el 29 de febrero en San Blas, en el marco de un operativo que la Policía Federal denominó “Noticias de un secuestro”.

Según esa fuerza de seguridad, Llambay vendió una camioneta a otro hombre de Patagones, quien no habría pagado esa deuda (U$D 30.000), por lo que “fue abordado por tres sujetos armados y trasladado a punta de pistola a una finca en las afueras de Viedma, donde lo mantuvieron secuestrado durante días y lo golpearon con vehemencia para luego dejarlo ir”.

El hombre decide radicar la denuncia ante la Fiscalía Federal de Viedma –afirma la Policía Federal- , por lo que días después LLambay y otra persona fueron detenidos.

Este viernes Llambay se expresó desde el pabellón donde se encuentra alojado, señalando que “el privado de la libertad y el extorsionado soy yo, desde el día de la segunda denuncia hecha en Viedma”, remarcando que hubo “una primera (denuncia) de la misma índole y gravedad en Carmen de Patagones el 3 de noviembre, donde declaro con secreto de sumario -con lo que eso conlleva-“.

Añade el titular de la firma Construcoop que “se dicta la prisión preventiva sin citar testigos, sabiendo en todo el gobierno y en Patagones en el lapso de una hora y pico, en el que el denunciante dice haber estado en la chacra de mi propiedad, secuestrado”.

Llambay asegura que puede comprobar que en el lapso que dice haber estado secuestrado el denunciante “estuve en una escribanía, esperando una hora y media hablar con el escribano y consultar sobre una propiedad -de posesión de 20 años- a nombre del denunciante, para ver si servía como garantía”.

“También puedo comprobar que el denunciante se va ileso de mi propiedad, con testigo y cámaras propias, y no con lesiones leves como figura en la denuncia”, remarca.

Finalmente expresó que “estoy viviendo una película de terror, la estoy luchando día a día. La obra pública (la cooperativa a su cargo construye una escuela en Bahía San Blas) sólo da para pagar a los trabajadores”.

“Soy una persona derecha; espero que todo se aclare en la Cámara de Casación”, concluyó.