"En Patagones, existen muchos servicios educativos en donde los docentes son maltratados"

La Ciudad02 de mayo de 2023
betina paez

El abuso del poder como problemática en el ámbito laboral ha sido expuesta en el Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que Argentina ratificó. Este convenio ofrece un marco desde el cual continuar las acciones que nuestro país ya venía desarrollando, así como generar nuevas propuestas.

La violencia laboral es una situación recurrente y sostenida en el tiempo que, en el caso del mobbing o acoso moral o psicológico, tiene la característica diferencial (respecto de la violencia física) de no dejar señales externas, marcas visibles, excepto el deterioro socioemotivo y psicofísico progresivo de la víctima.

El impacto en la salud de los trabajadores y las trabajadoras es muy serio. El daño psicológico es el primero que se registra, con todos los síntomas progresivos del estrés: trastornos cognitivos, perdida de la memoria inmediata, dispersión de la atención y la concentración, angustia, depresión, agotamiento, trastornos del sueño y conflictos con sus relaciones afectivas y los vínculos de pertenencia, entre otras. 

El Acoso psicológico es una situación recurrente en las escuelas donde se ejerce maltrato verbal, alterno o continuado, recurrente y sostenido en el tiempo, sobre un trabajador buscando desestabilizarlo, asilarlo, destruir su reputación, deteriorar su autoestima, y disminuir su capacidad laboral para poder degradarlo y eliminarlo progresivamente del lugar que ocupa. 

La Ley General de Acceso de las Mujeres a una vida Libre de Violencia (LGAMVLV, 2007), en su artículo 10, define la violencia laboral y docente como: “aquella que se ejerce por las personas que tienen un vínculo laboral, docente o análogo con la víctima, independientemente de la relación jerárquica, consistente en un acto o una omisión en abuso de poder que daña la autoestima, salud, integridad, libertad y seguridad de la víctima, e impide su desarrollo y atenta contra la igualdad”.

Lastimosamente en Patagones existen muchos servicios educativos donde los docentes son maltratados, por los directores, en donde los inspectores son corresponsables de lo que sucede, el nivel secundario es un claro ejemplo de esta situación".

Por Betina Páez, secretaria general de UDOCBA en Patagones

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