77 viviendas, la emoción tras una década de espera y una promesa: "Faltan 12 familias y no van a ser abandonadas por los vecinos"

“Es un día de mucha alegría después de tantos años de espera. Encontrarme con la apertura de la casa y poder recorrerla con nuestros hijos y el resto de nuestra familia, hace que sea un día muy feliz para todos nosotros”, sostuvo. “Arrancar el año así es una alegría inmensa”.

Aseguró que no fue fácil llegar a tener su propia vivienda ya que “fueron muchos años de reuniones, casi diez”.

Recordó que en su momento “tuvimos una posibilidad de usurpación, pero los vecinos estuvimos muy unidos intentando ser cautos y tratando de no cometer ninguna locura más allá de la bronca de algunas cuestiones técnicas. Los años se iban postergando y las viviendas no se terminaban, pero siempre tuvimos paciencia y le dimos la derecha al municipio para que pueda trabajar tranquilamente”.

“La lucha de tener nuestra casa ha llegado a su fin, pero quedan doce familias más que no van a ser abandonadas por el resto de los vecinos y vamos a estar acompañándolos para que puedan cumplir sus sueños”, agregó.

Entre lágrimas, expresó que “fue un año muy duro y complicado”, pero que “sabíamos que teníamos que continuar y no bajar los brazos, que esto en algún momento se iba a dar”.