El discurso completo de María Eugenia Vidal en la apertura de sesiones

Provincia02 de marzo de 2017
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Transcripción oficial del Gobierno bonaerense del discurso:

Hoy damos inicio a un nuevo año legislativo.

Ya transitamos juntos el primer año de Gobierno donde comenzamos a conocernos, debatimos, expusimos nuestros puntos en común y también nuestras diferencias.

Les quiero agradecer por la responsabilidad con la que abordaron las discusiones difíciles y por darle a los bonaerenses dos leyes de presupuesto en un año.

También esta Legislatura logró aprobar leyes históricas como la Ley de Paridad de Género, la Ley contra la Violencia Docente, la Ley de Modernización del Estado, la Emergencia Administrativa y Tecnológica, y la Ley que pone Fin a las Reelecciones Indefinidas.

Y este año sería bueno que avanzáramos en leyes fundamentales como la Ley de Declaraciones Juradas, la Ley de Obra Pública, el Nuevo Código Procesal Penal enfocado en la Víctima, el nuevo sistema de Selección de Jueces, el Nuevo Estatuto del Personal Penitenciario, la modificación de la Ley del Patronato de Liberados, una nueva Ley de Tierras Fiscales, y la Ley de Asociación Público-Privada.

También quiero agradecer a la oposición por entender y acompañar el cambio. Por estar dispuesta a dialogar y por marcarnos sus diferencias con madurez y respeto.

A cada intendente, por haber trabajado con nosotros y haber sumado su aporte.

A las organizaciones sociales, a los clubes de barrio y a los templos y parroquias, por trabajar y estar cerca de la gente. Los gobiernos cambiamos de personas, de partidos, pero ustedes están ahí, siempre, al lado de los que más lo necesitan.

Quiero agradecerle a nuestro Presidente, Mauricio Macri, por haber confiado desde el primer momento y por el apoyo incondicional en cada una de las peleas que empezamos.

Por primera vez hay una Gobernadora que trabaja en conjunto con el Presidente y con el Gobierno Nacional. Hablamos a diario, él piensa en nosotros y se involucra en las decisiones.

Esto no es algo de ahora, hace años formamos parte de un mismo equipo, compartimos valores e ideales, y un mismo sueño para la Provincia.

Y muy especialmente, quiero agradecerles a los bonaerenses. Que esperan, que no aflojan, que la pelean.

Durante el último año pusimos lo mejor de nosotros para enfrentar problemas que llevan décadas, para que cada vecino sienta que su vida puede mejorar, y no lo hicimos de cualquier manera.

Elegimos antes que nada decir la verdad, sin relatos, por eso reconocemos que la Provincia todavía duele.

Sé que muchos bonaerenses tuvieron un año difícil. Que todavía no vieron todos los resultados que esperamos. Que tuvieron que poner más el cuerpo y que a veces se hace duro.

Créanme que los entiendo.

Nadie me lo contó, yo estoy en la calle.

Caminé los barrios, visité los hospitales y los centros de salud.

Escuché a los docentes en las escuelas, a los médicos y enfermeros en las guardias, y a los chicos y jóvenes en los hogares.

Toqué timbres y conversé con los vecinos en sus casas.

Hace décadas que un Gobernador no recorría los 135 municipios de la Provincia y yo estuve en cada lugar en poco más de un año.

Como lo dijimos el año pasado, no íbamos a estar solo en campaña, por eso volvimos.

Volvimos porque no hay pueblo chico en la Provincia de Buenos Aires. Volvimos porque lo que siente cada bonaerense importa.

Este año en particular, un año electoral, tenemos que seguir dando las peleas que hacen falta, cada uno desde su lugar.

No estamos acá para el aplauso fácil. Esta Provincia no soporta más el camino de los atajos y las avivadas.

No soporta más la improvisación.

Yo, como ciudadana y como parte de Cambiemos voy a hacer todo lo posible para que el cambio avance. Y por eso voy a trabajar para que la gente nos siga acompañando con su voto.

Pero como Gobernadora, no voy a dejar ni un minuto de ocuparme de la responsabilidad que asumí, voy a seguir poniendo en primer lugar a las personas y sus necesidades.

Les quiero pedir a todas las fuerzas políticas, que también van a buscar el voto, que hagan lo mismo.

Lo más importante que les quiero decir hoy a todos los bonaerenses, no es un mensaje, es un pedido: les pido que persistan.

Sabemos que todavía falta para que podamos vivir en una provincia digna, curada de todas sus heridas.

En un año no se puede resolver todo lo que no se hizo en los últimos 25 pero quiero que sepan que estamos avanzando, que estamos en el camino correcto, que estamos poniendo los cimientos.

Que aun cuando no se vea, estamos haciendo lo que hay que hacer.

No se den por vencidos. Bajar los brazos nunca fue una opción. Ni para mí, ni para ustedes.

No aflojen porque este cambio es necesario.

Los argentinos y los bonaerenses ya sabemos lo que pasa cuando cuando maquillamos la realidad.

Sé que la política, muchas veces, los ha defraudado, que es difícil confiar y creer que esta vez va a resultar. Durante décadas, en cada elección se les prometieron mejoras, y esas mejoras no llegaron, o lo que es peor, llegaron y después se derrumbaron.

Esta vez va a ser diferente y les pido que persistan por dos razones. Porque estamos dando la pelea y porque empezamos a ver señales de esperanza.

Los más de un millón y medio de chicos que van a la escuela y reciben desayuno, almuerzo y merienda no saben que aumentamos un 100 % los montos que enviamos a los comedores escolares, pero sí saben que están comiendo mejor, que volvió la fruta y la carne.

Este año vamos volver a aumentar la inversión un 30 % y vamos a transferir los montos

directamente a cada municipio. No creemos que los fondos provinciales sean para someter a los enemigos o acompañar a los amigos. Creemos que el intendente que se preocupa por su gente y conoce sus problemas, tiene que poder gestionar y disponer de los recursos sin importar el color político.

Otro signo visible del cambio es que los trabajadores de la Provincia que usan IOMA antes

tenían que esperar 6 meses para recibir un reintegro y tenían cobertura en medicamentos de solo el 50 %, ahora lo reciben en 30 días, con una cobertura del 65 % los pacientes ambulatorios y del 70 % los crónicos.

Las personas que iban a los hospitales y se volvían sin medicamentos a partir de julio porque ya no había más presupuesto, ahora, pueden pedir los medicamentos que necesitan. Ningún Director de Hospital Público puede decir que no recibió la partida.

Estas señales de esperanza las estamos haciendo juntos. El Estado somos todos y nuestraprioridad es llegar a los que más lo necesitan.

Para que los chicos se desarrollen sanos desde el embarazo, aumentamos un 100 % los montos del “Plan más Vida” y por primera vez desde 2011 dimos nuevas altas para chicos y mamás que necesitaban los beneficios y no los tenían. Además, creamos el programa “1 Vaso de Leche por Día” y después de años, una campaña masiva de vacunación aumentó la cobertura.

Para que los adolescentes tengan espacios, con talleres culturales, artísticos y de oficios que los incluyan y estimulen, aumentamos la inversión del programa “Envión”.

Para las miles de personas que necesitan una asistencia del Estado porque sin esa ayuda no pueden seguir adelante, aumentamos las asignaciones familiares, las jubilaciones mínimas y pensiones sociales.

Y para acompañar a los casi 3 mil chicos que están en hogares incrementamos más de un 100 % el valor de la beca que reciben y lo vamos a aumentar de nuevo este año.

En concreto, el año pasado las transferencias a los que menos tienen en la Provincia de Buenos Aires, aumentaron un 53%, en promedio. Muy por encima de la inflación. Estos son hechos, es decir haciendo. Es la presencia del Estado en un año difícil.

También empezamos a trabajar para mejorar la educación de nuestros alumnos. Para que no solo empiecen y terminen la escuela, sino que ese paso les permita elegir lo que quieren ser en la vida, conseguir un trabajo o seguir una carrera terciaria o universitaria.

El desafío central de nuestra educación pública no tiene que ser que los chicos estén “contenidos” ni que los hagamos pasar de grado, sepan o no, para que nos den bien las estadísticas, sino que se eduquen, que aprendan.

Cuando solo vemos a la escuela como un espacio de contención, les estamos quitando la posibilidad de una inclusión verdadera.

Así como lo lograron nuestros padres y abuelos, el desafío es que la educación pública les permita progresar, tener un proyecto que los impulse.

Por eso reconozco y valoro la tarea que cada maestro hace en las aulas bonaerenses.

Sin ustedes sería imposible.

Les quiero decir, que independientemente del diálogo que estamos llevando adelante con los gremios, yo sé lo que esperan de mí.

Merecen un mejor salario y esperan que yo se los pueda dar.

Lo sé porque los conozco, porque hablo con ustedes en cada oportunidad que tengo.

Como hablé con Nadia, de la escuela primaria 72 de Villa Jardín de Lanús, que empezó como docente inicial y hoy es directora de primaria. Ella va a trabajar con fiebre y dolor de garganta, y cada vez que llueve se preocupa por si sus alumnos se inundaron.

O como María Martha, del San Cayetano de La Plata, con quien hablé hace unos días porque le enviaron una bala para amenazarla si no aprobaba a un alumno y su mayor preocupación era que pudiésemos ayudar al chico que la amenazó.

Porque hablé con los docentes, porque los escuché y los conozco, sé que su reclamo es justo, y que están preocupados por la situación de sus escuelas.

Quiero decirles que las diferencias que tenemos con los gremios no tienen que ver con lo que queremos sino con lo que podemos. Les quiero hablar especialmente a los que no faltan nunca, a los maestros de las escuelas en las zonas más vulnerables, a los que dejan su corazón en el aula: todos queremos que estén mejor. Mi compromiso, el que puedo cumplir, es que sus salarios no pierdan contra la inflación. Me gustaría ofrecerles más. Sé que merecen más. Y voy a hacer mi mejor esfuerzo, ese es mi compromiso.

A los dirigentes gremiales les digo, con humildad y respeto, que el camino que eligieron hace unos días no es el mejor.

No es fácil sostener un diálogo cuando la intencionalidad de algunos no es clara.

Declararon un paro cuando todavía faltaban 10 días para el comienzo de clases. Fue una decisión arbitraria.

El argumento es que el Ministro de Educación de la Nación no los convocó a discutir paritarias nacionales.

Pero yo les pregunto: ¿está bien que nuestros chicos pierdan días de clases porque un Ministro, que no tiene a cargo docentes ni escuelas y que ya definió un salario básico docente para todo el país, no los convoque, dejando que las provincias, que sí pagamos el salario, que sí tenemos escuelas y estamos dialogando, nos quedemos sin posibilidad de resolver esta discusión?

En los últimos 10 años hemos tenido más de 110 días de paro. Esto significa que se perdió más de la mitad de un año escolar de los chicos.

Quiero ser muy clara: ¿alguien cree de verdad que esto le hace bien a la educación?

¿Alguien puede pensar que mejoramos los salarios de esta manera?

Este paro no ayuda en nada. El pasado ya nos demostró que los paros no nos llevan a un lugar mejor. Ni en el salario de los docentes ni en la educación de los alumnos.

Y nos va minando la confianza y la posibilidad de trabajar, gremios y gobiernos juntos, cada vez más.

En los últimos 10 años, la educación pública en la Provincia de Buenos Aires se privatizó de hecho.

Cada vez más familias eligen a la escuela privada sobre la pública.

Solo en el nivel primario la matrícula de gestión pública perdió 56 mil 300 alumnos mientras que la de gestión privada aumentó más de 100 mil.

Y si bien el sistema educativo público creció en 43 mil alumnos, el privado subió 233 mil, casi  veces más.

Las escuelas elegidas no fueron las de cuotas más altas sino las de las más bajas. Este es el esfuerzo de muchas familias, a las que no les sobraba nada, que dejaron de creer en la educación de gestión estatal, profundizando todavía más las desigualdades.

Por eso los voy a seguir convocando al diálogo, a una discusión honesta, profunda, con la realidad de la Provincia sobre la mesa y la intencionalidad política afuera.

Aun cuando ya convocaron el paro, sigo creyendo en el diálogo y voy a seguir hablando con los gremios.

Sé que entre ustedes, los dirigentes gremiales, hay muchos honestos y con convicción, por eso les pido que discutamos salarios, condiciones de trabajo y que no sean funcionales a los que responden a sus propios intereses políticos.

En estos días, donde el inicio de clases nos preocupa tanto, quiero finalmente hablarles a los padres y a los chicos.

Les quiero decir que estamos dispuestos a dar una pelea que es más profunda que la discusión paritaria. Estamos para frenar la privatización de la educación pública, para que vuelvan a elegir la escuela estatal, no por necesidad, sino porque estén convencidos de que es la mejor opción para sus hijos.

Todo esto no lo digo por mí ni por este Gobierno. Lo digo por esos 25 chicos que están sentados frente a nosotros que son los “Abanderados” de nuestras escuelas públicas y que este año van a hacer su primera experiencia laboral en el Estado.

No se trata de nosotros, que ya tuvimos la oportunidad de formarnos. Se trata de valorar el esfuerzo, el compromiso y la valentía de superarnos día a día.

Les pido a todos, no por nosotros, no por ustedes, por ellos, discutamos lo que haya que discutir pero con los chicos en las aulas.

Mientras tanto, en el 2016, Impulsamos una Reforma Educativa, restableciendo la escala de calificaciones de la escuela primaria y los aplazos para reconocer al que estudia y saber cómo acompañar a los que tienen que mejorar.

Además incluimos procesos de evaluación en toda la comunidad educativa y promovimos capacitaciones docentes.

La participación de ellos fue impactante. En menos de un día hubo más de 67 mil inscripciones a los cursos.

Logramos la implementación del Boleto Educativo Gratuito, un reclamo histórico que por primera vez, gracias al trabajo de todos, tuvo respuesta.

Este año vamos a extender la iniciativa a otras universidades replicando el modelo exitoso de la Universidad Nacional de La Plata para llegar cada vez a más estudiantes.

Para nosotros la cultura es inclusión. Por eso lanzamos “AcercArte” una iniciativa de propuestas artísticas únicas que ya disfrutaron más de 2 millones 600 mil personas en 50 municipios.

AcercArte no son solo recitales de famosos. Es que el Estado lleve la cultura donde nunca había llegado. Es que en ciudades donde no hay librerías armemos una biblioteca itinerante. Que donde no hay cine se proyecten en una carpa las últimas películas argentinas.

Otra de nuestras prioridades es el SAME Provincia. Nos hubiera gustado poder avanzar más rápido en este proyecto, pero no fue fácil lograr la coordinación de todo lo que se requiere para ponerlo en marcha. Este mes el servicio va a llegar a 11 municipios y lo vamos a ir extendiendo a más ciudades.

La atención de la emergencia en salud es responder a necesidades básicas, a los que no pueden esperar.

Nuestra Provincia es la más grande y habitada del país. También es la que más personas tiene viviendo en la pobreza.

Eso no empezó en 2015 ni en 2001, viene desde hace décadas. Queremos vivir en un país y una Provincia donde la pobreza no se herede.

Este es un compromiso del que venimos hablando hace años con el Presidente y por el que trabajamos todos los días.

Después de mucho tiempo, los argentinos entendimos que se trata de algo más profundo.

El hambre no se resuelve solo con comida y la pobreza no se supera solo con dinero.

Las políticas sociales que no escuchan a las personas que quieren ayudar, no sirven. Se necesita estar ahí, cara a cara, comprender, acercar el Estado, generar oportunidades.

En la pobreza no hay relatos ni antirelatos. En la pobreza hay ilusión, hay esperanza pero también hay dolor e impotencia.

No podemos naturalizar esto.

Por eso, con el Gobierno Nacional impulsamos el programa “El Estado en tu barrio”, una de las medidas más importantes de 2016 porque llegamos a los lugares más postergados.

Hasta la fecha, más de 720 mil bonaerenses que sufren la pobreza, pudieron acceder cerca de su casa a servicios fundamentales como el DNI, las partidas de nacimiento, la Asignación Universal por Hijo y atención médica en ginecología, odontología, pediatría, vacunación, entre otras.

De esta manera dejamos atrás una política de punteros. Sacamos a los intermediarios entre el Estado y las personas.

El año pasado les dije que soñaba con un programa donde trabajemos todos juntos, Gobierno Nacional, Provincial, y los municipios. Con “El Estado en tu barrio” lo hicimos.

Este año vamos a multiplicar la cantidad de vecinos a los que llegamos y el programa va a estar funcionando en 40 distritos por mes, alcanzando a alrededor de 2 millones de bonaerenses.

No se trata solo de programas para hacer trámites o brindar servicios, es una nueva forma de estar cerca. Es hacer que el Estado vaya al barrio de los que no van al centro de sus ciudades, muchas veces porque no pueden.

Esto es reducir las brechas de desigualdad.

El peor daño de la pobreza no es solo no tener para comer, es creer que nunca se va a poder salir de esa situación.

Como Estado además de asistir, tenemos que generar oportunidades para todos.

A través del programa “Autonomía” estamos trabajando para que los chicos en los hogares y los que están en institutos penales reciban las herramientas para lograr una inclusión social real, con oficios y acompañamiento escolar.

Así tenemos testimonios como el de “Fran”, un chico que está por salir de un instituto donde pudo terminar el secundario, aprendió peluquería y electricidad. Va a trabajar para vivir en una pensión, se va a anotar en periodismo y durante el primer año, un tutor lo va a acompañar y asistir para que pueda seguir adelante.

Para reducir la mortalidad infantil y cuidar a los bebés prematuros cuando salen del hospital, impulsamos “Al Fin en Casa”. El programa ya está activo en Morón, Florencio Varela y San Miguel, y en cada caso acompañamos con recursos fundamentales como leche especial, guías para los padres, vitaminas, hierro y la libreta del prematuro.

Para mejorar el desarrollo de los chicos también apostamos a lo más importante que es el cerebro. Sumamos a un grupo de prestigiosos científicos e investigadores de áreas como la educación, la neurociencia, la nutrición y la innovación social.

Este año vamos a llevar adelante iniciativas como un plan de estimulación cognitiva para los chicos de hasta 4 años que viven en cárceles, y también vamos a trabajar en los jardines maternales para que todos puedan empezar la escuela con los recursos emocionales y sociales que necesitan para aprender.

Pero como les dije, las medidas sociales por sí solas no alcanzan.

Una persona que crece en un barrio sin agua potable, sin asfalto, sin una escuela cerca, no tiene las mismas oportunidades que otra que crece con acceso a todo esto.

Hacer obras que hacen falta también es inclusión, porque dan trabajo y ayudan a reducir la desigualdad.

Además generan esa confianza que hace unos minutos les dije que nuestra gente fue perdiendo en nosotros, porque cuando las terminamos el mensaje que transmitimos es que hay un Estado que da la palabra y la cumple.

Nos comprometimos a que la inversión en obra pública llegue a todas las ciudades. Así llevamos respuestas que hacía décadas se estaban esperando.

Avanzamos en la Ruta del Cereal y después de 25 años, hoy cientos de personas la usan para transportar su producción.

Empezamos las obras en la Ruta 88, que une Necochea con Mar del Plata. Tenemos dos tramos en ejecución y esperamos terminarla este año.

También finalizamos las obras del Puente El Taurita que conecta Tigre con San Fernando y beneficiamos a más de 500 mil vecinos que están más tranquilos cuando llueve. O la de la presa de la Isidora en Azul.

Seguimos avanzando en las obras en la Autopista Buenos Aires-La Plata.

Estamos terminando la repavimentación y ensanchamiento de la Ruta Provincial N° 67, un reclamo histórico de los vecinos de Coronel Suárez y Pigüé.

Ya licitamos más de 2500 km de obras en corredores en más de 70 municipios para que los vecinos puedan viajar mejor.

Durante todo el año vamos a llevar adelante más de 1.000 obras en toda la Provincia y eso, además de llevar soluciones concretas, va a generar más de 50 mil puestos de trabajo de calidad.

Y también continuamos los proyectos grandes con el Gobierno Nacional que se traducen en obras hidráulicas, viviendas, cloacas y agua potable, rutas y corredores de Metrobus.

Terminamos tramos de rutas que estaban frenados hacía años como la Ruta 5 en el tramo Mercedes – Luján y seguimos avanzando en la extensión de la autovía.

También la Ruta 7 en el tramo Luján – San Andrés de Giles. Ahí nos acompañaron los autoconvocados, familiares de víctimas de accidentes de esa ruta, a los que con el Presidente les habíamos dado nuestra palabra y cumplimos. Ahora continuamos con el tramo Chacabuco-Junín.

Y seguimos trabajando en otras rutas nacionales como la 3 y la 8, entre otras.

Además, desde el Gobierno de la Provincia, estamos avanzando con las obras para prevenir inundaciones en zonas muy sensibles, como las del Arroyo Galíndez y el Aliviador Oeste del Arroyo del Rey, que nunca se habían empezado.

O las obras en el Arroyo La Matanza, que estaban paralizadas y las reactivamos después de mucho tiempo.

Las obras hidráulicas en el Río Luján van a empezar este año y de a poco los vecinos van a poder ver las máquinas trabajando en la construcción del canal Santa María que va a unir el río con la desembocadura del Paraná.

También estamos trabajando en los proyectos de obras para Pergamino, San Antonio de Areco y el Río Quinto. Este mes los vamos a presentar al BID, y si se aprueban, las obras van a empezar el año que viene.

En equipo con el Gobierno Nacional seguimos con las obras en la Región Capital.

También en la Cuenca Boquerón que hacía tiempo estaban suspendidas.

En el Río Reconquista continuamos con las obras en redes finas de cloacas en el barrio Libertador, y también en un sistema de drenaje en Arroyo Tres Horquetas y Zanjón Miguel Cane.

Uno de los desafíos más grandes es el Río Salado y junto al Gobierno Nacional en 2016 terminamos las obras iniciadas en la gestión anterior, y este año vamos a empezar la etapa 1 del tramo 4, desde el Puente Romero hasta el cruce con la ruta 205, un total de 26 km.

Las obras están en marcha y las vamos a continuar aunque no las inauguremos nosotros.

Las vamos a continuar porque le cambian la vida a la gente.

Hoy podemos juntos decir con orgullo que los 135 intendentes recibieron fondos provinciales para empezar obras para los vecinos.

Son calles que estaban rotas y hoy las estamos arreglando.

Son plazas con nueva iluminación, más seguras para que las familias puedan disfrutarlas.

Son obras hidráulicas locales que tienen un impacto más directo en el día a día de las personas.

Son obras en hospitales municipales para que los vecinos reciban una mejor atención.

Este año ya nos pusimos de acuerdo con la mayoría de los intendentes y nuevamente, a través del Fondo de Infraestructura Municipal vamos a enviar el primer adelanto de los recursos en las próximas semanas.

Además, estamos llevando adelante un Plan de Obras de Infraestructura en 27 hospitales provinciales.

Como el Hospital de Niños de La Plata, donde ya ampliamos y remodelamos salas, como el nuevo edificio para la guardia y emergencia del Hospital Eva Perón, en San Martín. O como las obras de remodelación y ampliación en el Gandulfo en Lomas de Zamora.

Otra de las medidas importantes en salud es que vamos a fortalecer las guardias, que son el corazón de los hospitales. Vamos a invertir en más infraestructura, más equipamiento y mejor seguridad para los profesionales y los pacientes, y vamos a implementar un protocolo para priorizar a los de mayor gravedad.

Antes de fin de año, 16 hospitales van a tener guardias completamente renovadas.

Cada una de estas medidas son señales de esperanza de que las cosas están cambiando y estamos yendo a un lugar mejor.

Pero no es lo único que estamos haciendo. Estos hechos parecen aislados si no los entendemos en el marco de las grandes peleas, peleas que parecían imposibles, que nunca se habían dado y empezamos a dar.

Por eso, cuando los invito a persistir lo hago porque yo peleo por cada bonaerense.

Nos estamos ocupando de la enorme deuda que nuestra Provincia tiene con su gente.

Los vecinos no reciben desde hace años un trato equitativo porque hubo una pelea que nunca se dio: el Fondo del Conurbano.

Otros Gobernadores decidieron callarse respecto a este tema. Muchos presidentes anteriores  también. Nosotros no. Decidimos ir a la Corte y reclamar lo que es nuestro.

La Provincia de Buenos Aires es la que más aporta al PBI de la Argentina y la que menos recibe.

No se trata de más fondos o menos fondos. Se trata de lo que nos corresponde por derecho.

Y la otra pelea es por la seguridad, el tema que más les preocupa a los vecinos y lo primero que me preguntan en cada casa. Por eso peleo contra las mafias.

Cuando peleo contra las mafias, sé que peleo por cada mamá y papá que tiene miedo cada vez que su hijo sale de noche.

Sé que peleo por cada adolescente que está en la calle y está expuesto a los que quieren esclavizarlo en la droga.

Peleo por cada mujer golpeada y acosada que todavía no pudo pedir ayuda o no fue escuchada.

Peleo por los que han soportado un asalto y quieren poder confiar en que vamos a encontrar a los responsables y que la Justicia los va a juzgar.

Cuando peleo contra las mafias, no peleo por ninguna candidatura, ni por hacerme rica, ni por un Gobierno, peleo por vos.

Por tu mamá, por tu papá, por tus hijos, tus hermanos y tus sueños.

Porque estoy acá por vos.

Hasta el año 2015 las Fuerzas de Seguridad, incluido el Servicio Penitenciario, se autogobernaban. Esto no pasa más.

Hicimos la primera Reforma Integral del Servicio Penitenciario desde la vuelta de la democracia enfocada en 2 grandes ejes: la transparencia y la reinserción de los detenidos en la sociedad.

Necesitamos que las cárceles dejen de ser esos lugares oscuros, que muchas veces se convierten en escuelas del delito, donde todos sabemos lo que pasa pero siempre miramos para otro lado.

Reemplazamos al Jefe del Servicio y a toda la estructura superior, y estamos trabajando para asegurar la capacitación permanente de los agentes, extendiendo las carreras de 2 a 3 años y el curso de guardia de 6 meses a 1 año.

Lo que pasa en las cárceles también tiene que ver con la seguridad. Al menos el 43 % de los presos ya estuvo una vez en nuestras cárceles.

Dar herramientas para que puedan hacer su vida lejos del delito y que tengan oportunidades distintas que les permitan desarrollar un proyecto personal, también es cuidar a los vecinos.

Este año vamos a reabrir y mejorar 77 talleres. Estamos reforzando las prácticas educativas, deportivas y de oficios en las cárceles.

Como ejemplo de esto, en Mercedes los internos de la Unidad Nº 5 cocinan 180 kg de pan por día para abastecer a los comedores escolares del municipio. Cuando queden en libertad todas estas experiencias van a permitirles reinsertarse en la sociedad, acceder a  un trabajo honesto.

También impulsamos una reforma histórica en la Policía.

Nos estamos modernizando para que los agentes estén donde tienen que estar. Porque más seguridad no es más Policía, es mejor Policía.

Los estamos profesionalizando, reentrenando, mejorando su formación y promoviendo valores como el servicio y la cercanía con los vecinos. Muchos de nuestros policías empezaron a viajar para instruirse con Fuerzas reconocidas internacionalmente como el FBI, la DEA e INTERPOL.

Extendimos la currícula que ahora incluye materias como Derechos Humanos y les ofrece herramientas para problemáticas como la violencia de género.

Antes un policía estaba en la calle con el chaleco vencido, andaba en un móvil que no tenía nafta y usaba un radio que escuchaban los delincuentes.

Esto cambió.

Estamos incorporando más de 800 móviles con tecnología de punta y geolocalización, y un sistema de comunicación encriptado para reforzar la seguridad del radio policial.

Ya entregamos 23 mil chalecos y para mitad de año todos los policías van a tener el suyo.

El chaleco además de ser una herramienta, es un símbolo de que hay un Estado que los respalda.

También vamos a seguir incorporando equipamiento y fortaleciendo a las Fuerzas especiales como el Grupo Halcón.

Vamos a extender el 911 para que finalmente los bonaerenses puedan acceder a este servicio de emergencia. Aunque no lo crean no funcionaba en toda la Provincia. Es uno de esos cambios invisibles que hacen a la seguridad.

El año pasado les dije que ser honestos no es solo no robar. Es decir la verdad. La transparencia no se declama, se ejerce. Por eso estamos peleando contra las mafias y la corrupción.

Le debemos a la historia de la Provincia recuperar este valor fundamental para la política.

Mi declaración jurada, las de todos los funcionarios, las de las autoridades de la Policía y el Servicio Penitenciario Bonaerense son públicas.

Valoro, respeto y destaco a todos los buenos policías que ofrecen su vida para cuidarnos.

Pero tengo que decir que todavía hay sectores que son parte de un sistema de corrupción y tenemos que separarlos.

Ya apartamos a más de 3 mil 700 miembros de la Fuerza y hay 311 detenidos, a partir de nuestras investigaciones.

No se trata de una purga. Nuestra decisión política es transformar un sistema que era corrupto, cueste lo que cueste y lleve el tiempo que lleve.

Persistiendo, no bajando los brazos, con señales de esperanza que siguen creciendo y dando la pelea entre todos, vamos a llegar a un lugar del que no vamos a volver.

La única manera de alcanzarlo es con cada uno haciendo su parte.

Esta pelea no puede ser solamente de una Gobernadora y su equipo, tiene que ser coordinada con la Ley y la Justicia.

No alcanza con que la demos solos. Excede a un mandato, excede a un partido político y excede a un poder.

La sociedad no tolera más que los delincuentes que están adentro y afuera del Estado no estén condenados o no cumplan sus condenas.

Y precisamente por esto quiero anunciarles una decisión que he tomado en estos meses y que va a ser muy importante para todos.

Durante los últimos 30 años hemos visto crecer constantemente, excepto en un corto período, el delito en esta provincia.

Aun con una inversión permanente en seguridad, cada gobierno hizo lo que creía mejor para enfrentarlo pero no vimos que el delito bajara. Años de políticas de seguridad que van cambiando con los gobernantes nos han puesto en este lugar.

En 30 años hemos tenido en promedio un Ministro de Seguridad distinto cada 15 meses.

En total se llevaron adelante más de 30 planes diferentes, casi uno por año, muchos de ellos contradictorios entre sí.

Por más esfuerzos que hagamos, si no tenemos una política de largo plazo ni procuramos que todos los que intervenimos para tener más y mejor seguridad trabajemos de manera coordinada, los resultados van a ser los mismos.

Voy a convocar a las distintas fuerzas políticas, a la Justicia, al Poder Legislativo y a los Intendentes, a un diálogo social donde podamos fijar acuerdos y sostenerlos en el tiempo.

Todos los poderes del Estado y las organizaciones de la sociedad civil, reunidos sin ningún tipo de especulación política ni mirada de corto plazo, vamos a poder trabajar juntos para encontrar un camino que podamos sostener.

Este proceso va a tener una propuesta metodológica de diálogo social, donde equipos de expertos nacionales e internacionales, y con la supervisión del PNUD, nos van a ayudar a darle la objetividad y profundidad que necesitamos para abordar un tema tan importante como es la seguridad en esta querida provincia.

Vamos a tener muchas horas y semanas para trabajar juntos, en las que sentados en una mesa tenemos que consensuar proyectos que podamos aplicar.

Y este no va a ser sólo un debate entre políticos y miembros de la justicia. Vamos a sumar a las iglesias, a las organizaciones sociales y vecinales, para que la conversación sea amplia y verdadera.

Es momento de escucharnos, de que cada uno sume su idea y la debatamos, de consultar a expertos y a referentes internacionales que hayan tenido resultados exitosos.

Lo fundamental de esta iniciativa es que podamos avanzar y que todos trabajemos a la par, porque es el legado más importante que vamos a dejar.

Algunos de ustedes Legisladores aquí presentes, algunos Intendentes y Diputados Nacionales, de manera pública y privada me han propuesto esta convocatoria.

La voy a realizar en los próximos días, liderándola para aportar todo lo que esté a nuestro alcance.

Sé que cada uno de ustedes tiene una visión particular del mundo, una ideología y principios que les resultan importantes.

Durante muchos años dejamos que esos principios y esos valores se vuelvan visiones irreconciliables. Incluso dejamos que nos alejen y entorpezcan lo que somos capaces de hacer.

Que quede bien claro, estoy muy segura de mis convicciones y todos los que estamos acá tenemos las propias.

La política no ayuda a nadie cuando las divisiones se convierten en personales.

Como ya les dije, durante años en la Argentina nos decían que íbamos hacia un lugar mejor y cuando veíamos que empezábamos a estar bien, retrocedíamos y venía una nueva crisis.

Por eso nos cuesta creer, porque siempre que hemos avanzado, nos ha durado poco. Pero esta vez es distinto.

De este lugar al que vamos, de la manera en que vamos, tan desde lo profundo, no se vuelve para atrás. Nadie nos va a sacar del lugar al que lleguemos.

Los invito a que miren conmigo dónde queremos ir.

Si persistimos va a llegar un día en que vamos a poder elegir la escuela pública porque ofrece una educación de calidad que prepara a nuestros hijos para la vida.

Va a llegar un día en que si tenemos un accidente nos van a poder derivar a un hospital público que tiene todo lo que necesitamos para que nos atiendan bien.

Vamos a caminar a la parada del colectivo, no importa a qué hora, y no vamos a tener miedo.

Vamos a ir juntos a una Provincia en la que cada adolescente va a tener una alternativa, un oficio o una carrera, que le dé un proyecto de vida.

Va a llegar el día en que cuando llueva no vamos a juntar las cosas por miedo a que suba el agua, porque las obras hidráulicas van a estar terminadas.

En que vamos a poder salir a la ruta tranquilos, porque se hizo la inversión y podemos viajar bien.

Esa es la Provincia que estamos construyendo.

Persistamos porque hay esperanza.

No les tengamos miedo ni a las dificultades ni a los conflictos, cuando los atravesemos vamos a tener la provincia y el país que soñamos.

Tenemos un futuro mejor por delante porque los bonaerenses por fin tenemos lo que hay que tener para dar las peleas. Y no hace falta que sea más clara.

Aprendimos del pasado y elegimos cambiar.

Elegimos crecer, y crecer, a veces, duele.

Pero esta vez, ese crecimiento va a llegar para quedarse, para nuestros hijos y nuestros nietos.

Para que al final del camino, podamos decir, valió la pena.

Por eso sé que se puede. Hoy más que nunca, se puede.

Muchas gracias.

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