Según señalaron las autoridades del hospital bahiense a La Nueva Provincia, el joven fue operado pero no consiguieron retirarle el proyectil, que quedó alojado en el medio del cerebro.
Por otra parte, indicaron que el pronóstico no es alentador, debido a que la lesión es irreversible y actualmente se encuentra conectado a un respirador.
El lamentable suceso se produjo cuando, el domingo en horas de la noche, el adolescente se encontraba en el patio de su casa, ubicada en la calle Ronchetti Nº 80, limpiando un rifle de aire comprimido y se disparó accidentalmente en la cabeza.
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