


Oesterheld también escribió una historieta sobre la invasión de Brasil a Patagones
La CiudadHace 6 horas




El notable guionista Héctor German Oesterheld acaba de ser rescatado del olvido y el desconocimiento (sobre todo entre lectores de menos de 60 años) tras alcanzar enorme repercusión mundial la aparición de la espectacular miniserie “El Eternauta”, realizada en la Argentina por la plataforma Netflix y basada en la historieta del mismo nombre.


La obra de Oesterheld como escritor de historietas fue inmensa, pero en la región del norte de la Patagonia casi nadie recuerda que también se ocupó del breve pero singular episodio bélico ocurrido en Carmen de Patagones en 1827, cuando Brasil intentó invadir estas latitudes y dominar el principal puerto del sur argentino de aquel tiempo.
La historieta “Ataque la Patagonia”, dibujada en colores por el talentoso Carlos Roume con guión de Oesteherld, apareció con apenas cinco episodios entre marzo y mayo de 1971 en la revista Patoruzito Escolar, un intento de corta duración de la Editorial Dante Quinterno con el objeto de competir en el segmento de las publicaciones para alumnos de primaria.
En la hemeroteca del Museo Histórico Emma Nozzi, de Carmen de Patagones, se conservan tres de esos episodios completos y uno incompleto. Falta la totalidad el cuarto episodio, pero igualmente es factible la reconstrucción de la concisa y correcta narración de los acontecimientos efectuada por Oesterheld sobre la base de fuentes historiográficas adecuadas, agregando algunos pasajes de ficción perfectamente posibles; en tanto también se puede admirar la belleza y perfección de las ilustraciones de Roume, que eran en extremo detallistas.
Cómo llegó el material al Museo Emma Nozzi
El profesor de Historia y responsable del museo Emma Nozzi, Leonardo Dam, dijo a este cronista que “no hay registros sobre la procedencia y fecha de la incorporación de este material al patrimonio de la institución” pero se presume que llegó en el conjunto de libros y revistas donadas por distintos vecinos de la ciudad.
Agregó que “el enfoque histórico es correcto, lo que pone en evidencia que el guionista estaba bien informado”.
Por otra parte Dam adelantó que en las próximas semanas será montada, en una de las salas del museo Emma Nozzi, una exposición de estas historietas con los originales en papel y copias digitales ampliadas.
Sobre este aspecto debe destacarse que el rescate digital de los ejemplares de “Ataque a la Patagonia” fue realizado por el artista plástico y productor visual Luis Vía, en el marco de un convenio entre la Municipalidad de Patagones, la Escuela de Arte Alcides Biagetti y el Museo Emma Nozzi, con aportes de la entidad internacional “Ricerca e Coperazione” de Italia, y de la ONG “Investigación y Cooperación” de Argentina, que comprendió también la digitalización de otros archivos.
Estas tareas se cumplieron hace más de 20 años, pero la adecuada conservación de la historieta “Ataque a la Patagonia”, en el Museo de Carmen de Patagones, cobra inusitada actualidad por la revalorización de la figura y la obra de Oesterheld, cuya vida tuvo trágico final al ser secuestrado y asesinado en tiempos de la dictadura cívico militar.
Qué dijo Felipe Ricardo Ávila sobre la historieta
Uno de los más profundos conocedores de la trayectoria de este artista fue Felipe Ricardo Ávila, guionista, dibujante y editor de revistas de historietas.
En un blog dedicado especialmente al género de la historieta Ávila comentaba esta serie que nos interesa y arrancaba con un extracto del texto de presentación, escrito por el mismo autor de El Eternauta.
«Año 1827.Brasil invade la Patagonia. ¡Hay que arrasar Carmen de Patagones! El emperador de Brasil firma la orden: hundir los buques argentinos refugiados en el puerto e incendiar el pueblo. Apenas cuarenta soldados criollos y algunos cañones viejos defienden el caserío. Nada podrán contra los cuatro buques de guerra brasileños, armados con cañones modernos y que cuentan con cuatrocientos veteranos»
“Así comienza la historieta. Con un Oesterheld puro, suprimiendo verbos para aligerar la acción. En vez de decir: firma la orden HAY que hundir, etc. nos dice simplemente: «firma la orden: hundir los buques», etc. O donde dice: «nada podrán contra los cuatro buques» habiendo podido decirnos «nada podrán HACER contra los cuatro buques», etc. Hablamos entonces del uso de verbos y de síntesis y concisión. También hay contundencia en el modo, el que se articula con estas ausencias de verbos pero sobre todo por el ritmo que le imprime a las oraciones. Oesterheld cuenta, Oesterheld narra. Y lo dice a su modo, cortante, dejándonos entrever el peligro que se viene y junto a eso, la falta total de posibilidades para los defensores, los «nuestros» lo que es lo mismo que decir que nosotros mismos estaremos en peligro inminente y con incierto o mal final. Oesterheld el escritor nos ha metido ya en el primer párrafo de su historieta en el terreno que más le gustaba: el de la aventura. Y el lector queda prendido de sus palabras” analizaba después.
Ávila, un especialista de gran valía lamentablemente ya fallecido, también se refería a las ilustraciones que acompañan al guión de Oesterheld, obra de Carlos Roume.
“Tratemos ahora las formas audiovisuales, porque la historieta trae juntas voz y sonido (en las letras y onomatopeyas) más lo visual. Es decir, la misma imagen de esas letras que leemos escritas y de todo lo demás: figuras, fondos, personajes, detalles de cada cosa, uso de los colores, etc. En cuanto a esto, Roume es un maestro de la imagen, un reconocido y entrañable dibujante de «lo nuestro» de los hombres, mujeres y ambientes de campo. Un especialista (tal vez sólo Casalla se le parezca) en dibujar armas antiguas, carruajes, vestimentas apropiadas, etc. ,tanto como la forma de disponerlas en la página. Es interesante remarcar esto: cuando estos dos autores de historietas, Oesterheld y Roume, han tomado este trabajo seguramente supieron bien dos cosas: qué querían decir (una historieta histórica,de aventuras, etc.) y el cómo hacerlo (tres páginas por entrega, semanales y a todo color). Este detalle surge de comparar este trabajo con otras historietas del dúo como «Patria Vieja», donde el desarrollo se daba en tiras de a dos por página en blanco y negro y con un tamaño regular de cada cuadro. Aquí es otra cosa y eso se ve de entrada, porque Roume toma cada inicio de capítulo como antes haría a lo sumo para el inicio de la serie una sola vez, con el cuadro más grande, inicial. Aquí,en cambio, cada inicio de capítulo abre con una doble página donde Roume planta las figuras en su máxima tensión, con esas líneas imaginarias de las que ya hablamos en entregas anteriores del blog, esas líneas diagonales en la estructura virtual donde se apoyan los personajes. Esas líneas imaginarias que parten de las mismas miradas de los personajes SIEMPRE hacia el centro de la página. O como en este caso, hacia el centro mismo de la doble-página. Para preservar la atención del lector”.
Volviendo sobre los conceptos de Leonardo Dam, del Museo Emma Nozzi, sobre la correcta narración de los hechos históricos: es interesante advertir que Oesterheld incorpora en la narración un personaje ficcional. Es un gaucho valiente que pelea como voluntario por la defensa de Carmen de Patagones, junto a la milicia. El guionista le pone como nombre Casildo y lo define como un “desobediente” porque no acata las órdenes de Olivera, el jefe de la escasa guarnición, y ataca por las suyas quizás formando parte de los lugartenientes del baqueano José Luis Molina, figura de carnadura real e importante participación en los hechos del 7 de marzo de 1827. Este Casildo se nos presenta como el héroe, típico del universo de Oesterheld, que podemos reconocer en Juan Salvo, de El Eternauta, muy bien personificado por el actor Ricardo Darín en la impactante serie que se comenta al principio.
El propio Luis Vía, responsable del rescate digital de esta historieta en Carmen de Patagones, opinó que “las cuatro doble páginas (que se conservan en el museo Emma Nozzi) tienen algo en común y muy significativo. Creo que Carlos Roume interpreta con maestría la idea coral con la que Oesterheld caracteriza a las gestas heroicas, y pone una sensibilidad especial en el personaje de Casildo, ese ‘desobediente’ que enhebra toda la historia. Hay en uno de los últimos cuadros, en el que el brazo de Casildo cae inerte sobre el suelo, una reminiscencia a obras clásicas del renacimiento italiano, especialmente a Miguel Ángel y La Piedad, pero esta vez interpretada sólo por personajes masculinos”.
Agregó luego que “como estamos en la Patagonia (donde transcurre la historia) Roume inscribe el relato de Oesteherld en el arte rupestre, que celebra la superficie de la pared, y en esta historieta celebra y engrandece la superficie de la doble página (de la revista) como sostén de un relato épico”.
Ya en el final. Leamos con atención algunos de los textos escritos por Héctor Germán Oesterheld para contar el combate del Cerro de la Caballada en esta historieta “Ataque a la Patagonia”. Vamos al capítulo final.
“La columna brasilera, atacada por la caballería y las guerrillas gauchas que no le dan respiro, atormentada hasta la demencia por la sed y el humo acre de los pastos incendiados, se ve inmovilizada”.
Cuando Casildo cae, herido de muerte por una bala de los brasileros. “Sencillo responso para Casildo, el desobediente de Patagones, que ni su apellido recogió la historia. Casildo, un anónimo más entre tanto héroe sin nombre y sin estatua que desde el ya lejano 1810 nos viene dando la Patria”.
“El triunfo no puede ser más completo, toda la fuerza atacante, hombres y buques, queda prisionera, vencida por un pueblo que parecía indefenso pero estaba resuelto a defender con la vida los hogares, la prenda querida, los gurises, los viejos. ¡Allí, no en los cañones y las tercerolas, alentaba la fuerza invencible de Carmen de Patagones!”.
Una vez más Oesterheld asegura que “nadie se salva solo” Lo hace en este relato de historieta, escrito hace más de 54 años sobre los hechos reales de Patagones en 1827; como lo hizo antes, en 1957, en la imaginaria invasión y nevada mortal de El Eternauta.
FUENTES: Alerta digital/Nora Echeleitner/Ricardo Carlovich













