Cómo está el caso de la vecina que quedó encerrada en un taller y a la que no le devuelven su auto

En el medio radial, Soto relató que "es una historia bastante larga, y lamentablemente, los capítulos siguen porque no tengo respuestas. El año pasado, llevé mi auto al taller mecánico antes de las fiestas, dicho sea de paso, un mecánico que lo conocía desde hace mucho tiempo. Lo conozco desde muy chico, pero no sé qué le pasa últimamente, porque no pasó solo conmigo, sino que en el último tiempo con varias personas, y la verdad lo desconozco. Traté de entenderlo porque lo conozco, evidentemente no sé qué es lo que tiene, no sé cómo hablarle".

"Después de llevárselo, para hacerle algo de rutina, él me lo arma mal. Fue por el 17 de diciembre, se lo hago saber, y estaba lleno de trabajo, vísperas de Navidad y Año Nuevo... Y en el transcurso de cinco días, me reventó el motor del auto. Se lo hice saber, él viene, manifestó estar amargado con la situación. Yo tenía el auto en el garaje de casa, se lo lleva de tiro y me dice que 'sacaba el motor' y que 'veíamos por donde arrancamos'", señaló luego.

De esa manera, comentó que "empezaron a pasar los días, desarmó el motor que estaba todo roto, seguían pasando los días, y llegando marzo, le dije que estaban por empezar las clases y que necesitaba el auto para llevar a la nena a la escuela, y me hace entender como que no tiene plata, entonces compré varias cosas. Ahí, es como que de marzo, es vuelta, vuelta y vuelta".

"Fui a la OMIC el 3 de enero, hablé con Fernando -Lenschow- y me dijo que le demos un tiempo. De hecho, él lo fue a ver y él mismo le admitió el error, y le pidió unos días. Cuando Fernando volvió de las vacaciones, seguía sin respuestas. Toqué todos los puntos habidos y por haber. Se lo intimó por carta documento y no la quiso recibir, ya no sé cómo hablarle. Ayer fui al taller, hablé con él y me dice que ahora es un problema que tiene, que espere", continuó.

Ante esa situación, Soto contó que "le dije al mecánico 'vamos a hablar, por ahí yo te puedo dar una mano, no sé', y el muchacho no te dice nada, y seguimos y seguimos. Hace dos semanas, se mandó la de dejarme dentro del taller".

Cómo quedó atrapada en el taller

Al contar detalles tras haber quedado atrapada en el taller mecánico en cuestión, Soto afirmó que "hacía dos meses que no iba al taller, a veces no me contestaba, entonces estuve un tiempo sin ir, sin respuestas ni mensajes de él. Un martes, pasa una amiga y me dice que el taller estaba abierto, y fui. Empecé a grabar desde la esquina, él estaba con el empleado y un señor, y me hace pasar, y le pregunté qué pasó con el auto al final, y empezó que el martes, que el jueves... y le terminé diciendo que no podía esperar más, y que el auto me lo tenía que llevar".

"Me dijo que estaban trabajando de corrido y que iban a seguir, y le dije que me iba a quedar y que, para no molestar, me voy a sentar adentro del auto, y que en el transcurso del día que me lo termine, a ver qué tan poco le faltaba. Supuestamente, había que cargar la batería", siguió.

Sin embargo, dijo, "en un momento sentí que una radio que estaba funcionando, no se escuchaba más, y cuando me di vuelta, el taller estaba cerrado, y ahí hice otro video. Me bajé y empecé a mirar para todos lados, y no había nadie. Entonces, llamé a mi familia y les conté. No sé cuantos vecinos, pero fueron varios, llamaron a la policía, y él apareció a las dos horas y pico como si nada, con frialdad y casi con una sonrisa en la cara, y se compromete a entregarme el auto, frente a la policía, al martes que pasó, y ese día ni me llamó. No logro entender qué es lo que le pasa a él".

Al ser consultada sobre cómo sigue la situación actualmente, precisó que "el caso está en la Justicia, por los caminos penal y civil. El día que me quedé en el taller de él, me sentí re mal, porque a él lo conozco, pero no le encuentro la vuelta. Le hablé bien, queriéndolo entender y ayudar. No sé como explicarlo, pero llevamos casi 200 días, y es un auto que me lo va a dar emparchado. No es un vidrio, es el motor".