





Son unas 200 familias cuyos créditos fueron aprobados por el banco Hipotecario, las unidades habitacionales están terminadas, pero inexplicablemente no habían sido entregadas a sus dueños.


Lo insólito, entre otras desprolijidades de este trámite, es que la entidad crediticia ordeno que los medidores de agua sean puestos a nombre de los propietarios desde mediados del año pasado. Por lo tanto, aún sin tener la posesión, ya tienen deuda con ABSA.
No obstante ello, y tras gestiones del oficialismo y la oposición local, esta semana –con la presencia del intendente José Zara- comenzó la entrega.
De aquí en más restará saber si las casas están en correctas condiciones, ya que las que fueron entregadas anteriormente tienen serias dificultades edilicias.

















